El programa privado Sembra Evolución sigue creciendo. A dos años de su lanzamiento, los semilleros mostraron su satisfacción y prevén seguir sumando más productores y hectáreas.
«Estamos satisfechos con el avance que hemos tenido porque se incorporaron nuevos semilleros, variedades y el productor adhirió a la propuesta. La expectativa es seguir creciendo en los próximos años», comentó Agustín Bourdieu, gerente de Marketing Sistema Soja de Corteva.
«Todas las últimas innovaciones en lo que es genética y tecnología se están lanzando dentro del sistema», agregó durante una reunión con la prensa en el marco del Congreso de Aapresid, que se realiza con la fuerza de Exponenciar.
Los semilleros se reunieron con la prensa en el Congreso de Aapresid.Sembrá Evolución se lanzó en 2022 a partir de la iniciativa de los semilleros, con el propósito de desarrollar un modelo de comercialización de semillas fiscalizadas en los cultivos de autógamas ante la falta de una Ley que proteja las inversiones en investigación y desarrollo.
En total, son 15 semilleros (el 95% del mercado) con el foco en soja y trigo con diferentes tecnologías, y próximamente van a incorporar cebada y arveja.
Puntualmente, el programa viene creciendo fuerte en soja, el principal cultivo que se siembra en Argentina. El ciclo previo había 14.000 productores y se sembraron más de 2 millones de hectáreas de la oleaginosa (12% del total implantado) bajo este programa y este año prevén alcanzar los 18.000 productores y duplicar esa superficie y alcanzar el 20% del área proyectada (18 millones de hectáreas). Además, hay 110 variedades de soja dentro del programa, que representa el 60% del total que hay en Argentina.
En Argentina, históricamente fue un 35% el uso de semilla que reconoce propiedad intelectual en soja. Pero la campaña pasada bajó al 32%, un porcentaje muy bajo si se compara con los países vecinos: en Uruguay se usa semilla fiscalizada en un 90% y en Brasil, un 70%.
Ante este contexto, Patricio Munilla, Gerente de Marca de Don Mario, lanzó un dato demoledor. Comparó la ganancia genética en kilos en los diferentes países en los últimos 20 años. En Argentina representa 20 kilos por hectárea mientras que en Brasil y Estados Unidos fueron 45 kilos por hectárea.
Además, advirtió que en Argentina hay 3 biotecnologías para comercializar mientras que en Brasil y Estados Unidos hay 5 y 7, respectivamente.
Recientemente, la Bolsa de Comercio de Rosario, en base a datos de Acsoja (la cadena de la soja) remarcó en un informe que el rendimiento de la soja en Argentina desde la campaña 2000/01 a la 2002/03 dio un promedio de 2,71 toneladas por hectárea o 27,1 quintales por hectárea. Si se avanza 20 años en el tiempo y se toma el rinde promedio de las campañas 2018/19 – 2022/23, se obtiene prácticamente el mismo número: 2,71 toneladas de soja por hectárea. Realizando el mismo análisis para el Brasil, el rinde fue de 2,77 tn/ha a los inicios del siglo pasado. Sin embargo, en las últimas dos décadas el rendimiento de soja en Brasil ha pasado a ser de 3,43 toneladas por hectárea en sus últimas campañas.
En cuanto al costo para el productor, los semilleros aseguraron que “el espíritu del programa» es que el costo de una semilla fiscalizada sea más barata que una de uso propio. «Se vende más barato para favorecer nuestra cadena de multiplicadores y que ellos ofrezcan una semilla a menor costo de lo que al productor le va a salir guárdarsela y pagar el uso propio de esa semilla”, explicaron.
El programa también engloba al trigo.«En el semillero multiplicador, cuando produce un lote para semilla, hay detrás mucha inversión que no se ve. El costo en un semillero multiplicador es el descarte de la semilla que no está buena y en una bolsa blanca, vale todo. El semillero multiplicador tiene el costo también de asegurarse la pureza genética, que no esté contaminada. No es solo el royalty”, coincidieron.
