En estos tiempos de tanto «odio al fútbol moderno» no deja de llamar la atención que el himno de un club asuma esas muertes y resurrecciones de los representativos de una ciudad. «Están pensando en beatificarlo iglesias, sinagogas y mezquitas: que no hay equipo que muera más veces, que desaparece y resucita», pregona en una de sus estrofas el himno del próximo rival del Córdoba CF, este domingo en el Alfonso Murube (12.00 horas, FEF TV).
Porque la Agrupación Deportiva Ceuta FC no es sino la última versión de lo que fue la Asociación, el Ceutí o el Atlético, entre otros. De hecho, la Agrupación Deportiva Ceuta, sin el «FC», ya fue rival del conjunto blanquiverde en los años 70 y 80 del siglo pasado, obviamente, en Segunda División B, hasta que desapareció a principios de los 90.
En una de tantas resurrecciones, el máximo representantes de la ciudad autónoma ascendió a Segunda B hace ahora 26 años, la Asociación Deportiva Ceuta. Logró aquel éxito en el banquillo un técnico que también lo fue del Córdoba CF, Álvaro Pérez, y tras la hazaña, la directiva ceutí se empeñó en formar un nuevo equipo que aspirara a todo. El objetivo no era quedarse en la categoría de bronce del fútbol español, sino llegar al profesionalismo.
Era la temporada 1998-99, una campaña señalada en rojo y bien remarcada por el aficionado del Córdoba CF, porque significó el final de una larguísima travesía por el desierto. En los inicios de aquella temporada, el conjunto blanquiverde visitaba un remozadísimo Alfonso Murube, que había renovado sus muros desvencijados, colocaba sus primeros asientos y cambiaba incluso el césped para celebrar el estreno de la Asociación en Segunda B, un debut que sería contra el Jerez (de los Caballeros), que mostró la realidad de la nueva categoría al conjunto ceutí, al que dirigía, por cierto, otro nombre mítico en el Córdoba CF: Rafael Alcaide Crespín Crispi. Los extremeños golearon en el Murube (0-3) a los ceutíes, que se resarcieron del duro golpe unos días después, cuando arrancaron un punto en su visita al Cacereño.
Primer gol en España
Tocaba regresar al Alfonso Murube en la jornada 3, en la que la Asociación Deportiva Ceuta de Crispi recibiría a un candidato a todo, como lo era aquel Córdoba CF entrenado por Perico Campos, que alineó aquel 13 de septiembre de 1998 a Avelino Viña en la portería, al que acompañaban en el campo Soria, Juanito, Clavero, Ramos, Puche, Pedro Aguado, Loreto, Quero, Miguel Ángel y José Jesús Lanza, partido en el que también participaron Alfonso Espejo y Rafa Fernández, que debutaba con el primer equipo blanquiverde.
Ese propósito de la AD Ceuta de llegar al fútbol profesional iba en serio. En aquel plantel recién ascendido desde Tercera militaban un portugués (Silas, que luego jugaría en el Wolverhampton, Elche y Os Belenenses, entre otros), un uruguayo (Ariel Romero, que bajó desde el Murcia en Segunda hasta el Alfonso Murube), dos brasileños: Mairton y Iarley, que se formó en la cantera del Real Madrid y llegó a jugar, entre otros, en Boca Juniors). La legión extranjera de la Asociación la completaba un griego, Krios Evangelos Dimitrios o Vangelis Krios, por su virtuosismo con el balón. En una entrevista a El Faro TV, el centrocampista griego recordaba su llegada al fútbol español, de la mano del representante de sus compatriotas Tsartas y Marinakis al Sevilla, a los que consideraba «amigos». Hoy, Krios trabaja para la Federación de Fútbol de Ceuta y lleva más de un cuarto de siglo asentado en la ciudad autónoma, pese a su breve paso por la Ponferradina, con la que en esta ocasión sí, logró el ascenso a Segunda División.
En inferioridad y en el descuento
Pero aquel día de septiembre de 1998 el centrocampista griego saltó al recién estrenado césped del Alfonso Murube con Pablo, Juan Ramón, Pablo Sánchez, Juanma, Silas, Pedro Javier García, Olaeta, Pedro García, Kiko Ramírez y Parrado. Crispi también hizo jugar a Luis, Queco y Etxarri, uno de los héroes del ascenso a Segunda B logrado pocos meses antes. En el minuto 37, el colegiado García Rodríguez expulsó al local Olaeta, por lo que el Córdoba CF de Perico Campos se las prometía felices. Sin embargo, no hubo manera de perforar la portería caballa después de que Crispi montara uno de sus clásicos esquemas 1-8-1.
Cuando ya hasta el Córdoba CF se conformaba con el punto que sumaba en el Alfonso Murube, el griego Krios, tras un golpe franco, anotaba el gol de la victoria caballa en el minuto 94, desatando el delirio en las gradas ceutíes. Era el primer gol en Segunda B de la Asociación Deportiva Ceuta. El primer tanto en el recién remozado Alfonso Murube y el primer gol de Krios en España, algo que para él sigue siendo «inolvidable». Años después, Krios llegó a coincidir con varios ex del Córdoba CF en el Ceuta, uno de ellos, Rafa Navarro.
Pero un cuarto de siglo después Krios continúa recordando aquel gol con el que logró la victoria sobre el Córdoba CF en el descuento como uno de los más importantes de su carrera. Igual su memoria guarda ese recuerdo con la banda sonora de Carros de Fuego.
