El Gobierno aprovechó el desplazamiento de la ex titular de la Aduana, Rosana Lodovico -investigada por presunta corrupción, pasará a ser subdirectora de operaciones metropolitanas-, para descabezar y recambiar a buena parte de la cúpula de esa estructura de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Además del nombramiento como director general para Eduardo Mallea, un especialista en Comercio Exterior que es socio del estudio Brouchou & Funes de Rioja (donde Liban Ángel Kusa redactó el paquete fiscal que se intenta aprobar en el Senado), se lo rodeará con dos funcionarios de carrera vinculados al macrismo: son Gladys Liliana Morando y Horacio Miguel Font.
Los desplazados y los nuevos jefes
Mientras tanto, Rubén César Pave, que hasta hoy era el subdirector general de Operaciones Aduaneras Metropolitanas, fue degradado a Jefe del Departamento de San Nicolás dentro de la Dirección Regional de la Hidrovía, el polo por donde se mueven las operaciones de comercio exterior de granos (soja, maíz y trigo, principalmente) y los subproductos procesados, que representan el 50% de los dólares que obtiene la Argentina por exportaciones.
En esa jefatura donde revistará Pave cederá su lugar Juan Carlos Saucedo. Detrás de Lodovico, el de Pave es el movimiento más fuerte, ya que fue el único subdirector removido. Se mantienen en sus cargos el subdirector general de Técnico Legal Aduanera, Marcelo Fabián Mignone; la subdirectora de Operaciones Aduaneras del Interior, María de los Milagros Racana; y el subdirector de Control Aduanero, Diego Carlos Figueroa.
Por el lado de los ingresos, Morando será la «mano derecha» de Mallea y se desempeñará como directora de Coordinación y Evaluación Operativa Aduanera., donde antes estaba María Luisa Carbonell, rebajada a consejera a partir de ahora. Hasta el momento Morando estaba trabajando como empleada especializada en «fiscal y operativa aduanera» en la División Aeroparque Metropolitano.
Allí, cuentan quienes la conocen, fue a buscar una vida más pacífica dentro de la función pública, luego de su paso como directora de «fiscalización y operativa» y como subdirectora General Técnico Legal Aduanera junto al ex titular de la AFIP Leandro Cuccioli.
Por su parte, Font fue ascendido a jefe de departamento en la Aduana de Campana, desde su actual posición de empleado especializado en «fiscal y operativa aduanera» de la Secretaría de Inspección Operativa de la misma ciudad.
Más abajo en las estructuras, Marcelo Alejandro Sosa también fue degradado por la llegada de Font a Campana. Y Marcelo Fabián Lista, que estaba adjunto en la Subdirección General de Operaciones Aduaneras Metropolitanas irá de consejero a la Dirección de Valoración y Comprobación Documental. En tanto, Eduardo Salvador Di Grigoli se quedó sin firma responsable en Campana.
En los pasillos de la AFIP, que tiene unos 22.000 empleados de planta -de los cuales 5000 pertenecen a la Dirección General de Aduanas (DGA)-, cuentan que los removidos a cargos menores eran todos del riñón de Lodovico, y los mandarán a «la oficina de castigo».
