“Jaldei”, así se empezó a popularizar la candidatura testimonial de Osvaldo Jaldo hacia las elecciones legislativas de octubre en la presentación pública de la lista “Tucumán Primero”, que también componen el actual senador Juan Manzur, el vicegobernador y ex funcionario bussista Acevedo, Gladys Medina y Elia Fernández del bloque independencia.
Las cargadas y denuncias por la candidatura testimonial del actual gobernador no tardaron en llegar. Es la quinta vez que Jaldo se presenta como candidato testimonial, los archivos son contundentes: ha batido record. También lo son las denuncias cruzadas por su rol de aliado de Milei y de LLA en la provincia y en el Congreso. Sin la ayuda del bloque independencia Milei no podría haber aprobado el veto a los jubilados ni al presupuesto universitario.
“Traidores”, “ya van a ver en las urnas”, mensajes de este tipo circulan mucho entre grupos de docentes, trabajadores de la salud y familiares. La bronca con el peronismo se hace sentir con fuerza en la provincia. Es que el rechazo al rol ajustador y represor de Jaldei es muy profundo.
Las listas del peronismo tucumano quieren hacer borrón y cuenta nueva hablando de “cortarle la melena al león” pero son frases de campaña. Dejan claro que se preparan para, pasado octubre, avanzar aún más en el ajuste y entrega, como ya adelantan los proyectos de reforma laboral que debaten en sus mesas los gobernadores con Francos.
La panquequeada de Javier Noguera, que estuvo hasta último minuto denunciando al armado jaldista, resultó ser una bomba de humo para negociar cargos. Consiguió el tercer lugar en la lista y ahora llama a votar a quienes antes trataba de traidores. La orden bajó desde el Instituto Patria (más precisamente, de CFK).
Fortalecer a la única oposición consecuente
Hay una alternativa al peronismo con peluca, y que viene enfrentando consecuentemente cada medida de ajuste en el Congreso y en las calles. El Frente de Izquierda Unidad viene de presentar nuevamente su alianza en todo el país, y en Tucumán, planteando claramente un programa para que la crisis no la pague la clase trabajadora y la juventud, sino los que la generaron los banqueros, los terratenientes, los ricos.
La LLA ya demostró quienes eran la casta en realidad: los trabajadores, la universidad pública, los jubilados. El peronismo que fue cómplice y votó cada ley de ajuste ya dejó sobradas muestras que acompaña el plan de Milei y el FMI. Hay que fortalecer a una oposición consecuente que forma parte de cada lucha con los jubilados, los estudiantes y la clase trabajadora siempre.