En diálogo con Canal E, el economista Hernán Gil Forleo analizó el panorama inflacionario y la evolución del tipo de cambio tras el cierre de junio y el inicio de la segunda mitad del año.
Inflación de julio y estrategia cambiaria
“La inflación de junio va a ubicarse por debajo del 2,5%, lo que permitiría al Gobierno seguir en la senda de convergencia hacia una inflación anual del 5%”, aseguró el entrevistado. El economista proyectó que “el rango más probable para junio está entre 1,4% y 1,8%”, respaldado por una caída en los precios mayoristas y un control de los bienes transables.
“Desde el 19 de junio el tipo de cambio se depreció un 7,95%, afectando algunos precios, pero el efecto ya estaría contenido”, explicó. La presión devaluatoria, según Gil Forleo, fue una acción deliberada del Gobierno: “Dejó subir el tipo de cambio antes del pago del aguinaldo para absorber el exceso de pesos y evitar que se fugue al dólar”.
El plan oficial consistió en tres medidas: permitir una suba del dólar momentánea, utilizar superávit fiscal para comprar divisas y realizar licitaciones de títulos públicos. Según el especialista, “esto logró reducir los spreads del dólar del 2% al 1,65% y comenzar a estabilizar la cotización”.
Escenario político y su impacto económico
Consultado sobre los riesgos que podría implicar el clima político, Gil Forleo respondió: “Mientras el Gobierno no ceda el superávit fiscal, no hay margen para una corrida”. Incluso con tensiones en el Senado y el caso YPF, afirmó que el Ejecutivo conserva margen de maniobra.
Sobre el escenario electoral, anticipó que “a partir de agosto puede haber una nueva fase alcista del dólar debido a la campaña”, aunque aclaró que no se espera una suba sostenida si el Ejecutivo mantiene su estrategia. “El mercado local va a acompañar la tendencia global de un dólar débil”, agregó.
Respecto al resultado de las elecciones y su posible efecto sobre la economía, señaló: “Si el Gobierno logra una primera minoría en Diputados y mejora su posición en el Senado, podrá lanzar un plan económico más estructurado y de mayor apertura”.
“Este gobierno ha demostrado ser una topadora: pasó por encima del Congreso, de los gremios y de la oposición”, concluyó, descartando que un resultado desfavorable le impida avanzar con sus planes.