El Teatro San Martín estrenó una nueva versión de Ricardo III, el clásico de William Shakespeare, protagonizada por Joaquín Furriel. Retitulada La verdadera historia de Ricardo III, cuenta con dirección escénica y dramaturgia del español Calixto Bieito, uno de los directores más destacados del mundo.
El impulsor del proyecto fue el mismo Furriel, quien así da vida al personaje que encarnó el recordado Alfredo Alcón, en la misma sala Martín Coronado, allá por 1998, lo que revela su sostenida senda profesional para transformarse en un digno sucesor de quien fuera el más sólido intérprete argentino de los grandes roles masculinos del teatro universal.
También reitera el vínculo artístico con Bieito, quien lo dirigió en ese emblemático espacio del Complejo Teatral de Buenos Aires, cuando estuvo al frente del elenco de La vida es sueño, otro clásico, esta vez del Siglo de Oro español y de Pedro Calderón de la Barca, junto a Muriel Santa Ana, Patricio Contreras y Osvaldo Santoro.
Es importante señalar, a modo de advertencia, que el teatro de Bieito se caracteriza por una puesta en escena intensa, provocadora y emocionalmente extrema, en la que suelen predominar el uso de cuerpos expuestos y una ruptura con las formas convencionales. A los textos canónicos los reinterpreta desde una perspectiva actual para confrontar al espectador con sus propios prejuicios, deseos o miedos.
Su estética visual cruda y minimalista está cargada de tensión, representa la violencia existencial que atraviesa a los personajes y, en general, sus creaciones escénicas suelen ser criticadas, pero también celebradas por su valentía estética y su capacidad de renovar la experiencia teatral desde una mirada incómoda y polémica.
Un villano con todas las letras
La actual versión no es la excepción, los atuendos y objetos son modernos y, en paralelo a la acción dramática, se representa el descubrimiento y análisis de los restos óseos del verdadero Ricardo, debajo de un estacionamiento en Leicester, Inglaterra, en 2012, y la investigación liderada por la guionista Philippa Langley, que se obsesionó con encontrarlos, sin que sea muy clara la conexión entre esos sucesos y la trama principal.
Conviene recordar que el complejo argumento de Ricardo III, una de las diez piezas históricas del dramaturgo británico, narra el ascenso y la caída de Ricardo, duque de Gloucester, quien con astucia, crueldad y manipulación logra convertirse en rey de Inglaterra. Desde el inicio, revela sus intenciones malignas, despreciando la paz tras la guerra civil y mostrando su disposición a eliminar a cualquiera que se interponga en su camino al trono.
Con gran frialdad, urde la muerte de su hermano Clarence, seduce a Lady Ana pese a haber asesinado a su esposo y a su suegro, y manipula al pueblo y a la nobleza para consolidar su poder. Sin embargo, su reinado está marcado por la traición, el miedo y el aislamiento. A medida que sus crímenes se acumulan, sus aliados comienzan a volverse en su contra, y su conciencia lo atormenta a través de sueños y visiones.
Si bien, justo es decirlo, en la propuesta de Bieito resulta difícil seguir este desarrollo y sería conveniente que el espectador lea el argumento de la obra original antes de ver el espectáculo.
La actuación de Furriel es absolutamente fenomenal al componer sin fisuras un ser ambicioso y despiadado que carece de sentido moral. También sabe insuflarle un humor cautivador y encanto innegable. Así, logra atraer al público a su mundo y rompe por momentos la famosa cuarta pared del teatro al permitirles convertirse en sus confidentes.
Sería injusto no mencionar al resto del elenco, un verdadero seleccionado de talentos nacionales, integrado por Ingrid Pelicori, Luis Ziembrowski, Silvina Sabater, Marcos Montes, Belén Blanco, Luciano Suardi, María Figueras, Iván Moschner y Luis Herrera, que en diferentes roles realizan intervenciones tan enérgicas como cautivadoras.
La escenografía despojada, con un auto de tamaño real colgado del techo, mesas, sillas y estructuras funcionales, las enigmáticas proyecciones de video, los elocuentes diseños de sonido e iluminación, más las prendas del vestuario de nuestra época, refuerzan el concepto contemporáneo de esta singular lectura teatral.
Ficha
La verdadera historia de Ricardo III
Calificación: Buena
Sobre: «Ricardo III» de William Shakespeare Traducción: Lautaro Vilo Dramaturgia: Adrià Reixach Con: Joaquín Furriel, Ingrid Pelicori, Luis Ziembrowski, Silvina Sabater, Marcos Montes, Belén Blanco, Luciano Suardi, María Figueras, Iván Moschner y Luis Herrera Dirección: Calixto Bieito Diseño de video: Adrià Reixach. Música original y diseño sonoro: Janiv Oron. Diseño de iluminación: C. Bieito y Omar San Cristóbal Diseño de vestuario: Paula Klein Diseño de escenografía: Barbora Horáková Joly. Teatro: San Martín, Av. Corrientes 1550 Funciones: Miercoles a sábados, 20 horas; domingos, 19 horas