Desde finales de marzo se puede visitar en la sede de Muntref de Caseros “El tiempo y lo visible” de Martín La Rosa con la curaduría de Florencia Battiti. Esta muestra explora la permanencia y la transformación de la imagen a lo largo del tiempo y para los visitantes causa un shock doble: el primero, ver la maestría con la que el artista reproduce obras de Rembrandt, de Da Vinci y el segundo es por verlas intervenidas con espinas, agua, quemaduras o pintadas encima.
El origen de esta experiencia visual que propone La Rosa se ubica en su pasión por esos grandes artistas. “Quise guardarme el impacto que me provocó ver esas obras por primera vez”, explicó el artista a PERFIL. Gracias a una beca que obtuvo en 1999 viajó a Italia y tuvo la oportunidad de ver esas pinturas, fue entonces cuando se obligó a aprender a reproducirlas para no perder esa emoción que había vivido.
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La presencia de sus obras en un espacio universitario linkea con la historia personal de Martín La Rosa, porque el ámbito educativo fue central en su génesis como artista. Cuando era niño, La Rosa tenía facilidad para dibujar y cuando creció intentó buscar una manera de que el dibujo fuera su fuente de trabajo. Decidió buscar un docente que le enseñe a pintar con aerógrafo, que era algo que se usaba. Encontró el cartel de un maestro pegado en un local. Se citó con él y fue este maestro quien, al ver su trabajo le dijo: “Vos no estás para esto” y lo mandó a ver una exposición de pintura. Ese sería su lugar. Otro episodio que también lo alineó con el arte visual fue encontrar en la biblioteca de su escuela un libro llamado algo así como “Los 50 secretos de Dalí”. Y no hubo vuelta atrás.
El Museo de la Universidad de Tres de Febrero
El Muntref (Valentín Gomez 4838, Caseros, Provincia de Buenos Aires) abrió sus puertas al público en el año 2002 con el objetivo de construir un espacio abierto para las artes y al servicio de la comunidad. Además, tiene la particularidad de ser el museo de una universidad pública con colección propia.
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El lugar es también espacio de encuentro, desarrollo y experimentación para distintas áreas de la universidad: Gestión del Arte y la Cultura, Artes Electrónicas, Ingeniería de Sonido, Historia y la Maestría en Curaduría en Artes Visuales, entre otras.
La Rosa y su diálogo con Rembrandt, Vermeer y Leonardo da Vinci
A partir de la apropiación de grandes obras maestras del arte occidental, La Rosa establece un diálogo atemporal con artistas como Rembrandt, Vermeer y Leonardo. «Su proceso creativo se basa en una escucha visual paciente, donde cada pincelada es una forma de comprensión y reinterpretación. Con intervenciones y alteraciones sobre los motivos originales, el artista busca apropiarse de esas imágenes y hacerlas propias», detalla el texto de la exposición.
«Entre los artistas existe un supuesto que afirma que cuando un retrato carece de vida o se percibe como inauténtico se debe a que el pintor no tuvo el coraje de acercarse lo suficiente para entablar una colaboración con el o la modelo de su obra. Pero, ¿qué ocurre cuando, en lugar de trabajar con un modelo vivo, el artista parte de un retrato de Rembrandt, Vermeer o Leonardo? Como lector voraz que subraya fragmentos del texto para luego citarlos en su escrito, Martín La Rosa se apropia de algunas de las obras maestras del arte occidental y, en cada gesto de apropiación, entabla un diálogo paciente y atemporal con sus colegas artistas. En esa conversación, rodeada de silencio y de misterio, explota al máximo su capacidad de escucha visual. Con cada pincelada intenta transmitir las enormes e infinitas sensaciones vividas ante esas pinturas y, a través de intervenciones y alteraciones sobre los motivos originales, aspira a terminar de descubrirlas para hacerlas propias», dice Florencia Battiti, curadora de la muestra.
En su obra, La Rosa incorpora los elementos primordiales de la naturaleza —agua, fuego, tierra y aire— como una forma de reafirmar la esencia atemporal del arte y su indispensable presencia en nuestra existencia.
El tiempo y lo visible, de Martín La Rosa, en Muntref, Valentín Gómez 4838, Caseros, hasta el 15 de junio.
RB/ff